La Comunidad de Madrid reconoció ayer, 26 de junio, a los voluntarios de Protección Civil de casi un centenar de municipios entre los que se encuentra El Molar, la labor desempeñada durante la pandemia por COVID-19, entregándoles una réplica de la medalla del Dos de Mayo, en su categoría de plata. Estos efectivos fueron, junto a los cuerpos profesionales de los servicios de seguridad y emergencia, fundamentales a la hora de afrontar los momentos más duros de la crisis sanitaria.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, presidió el acto de homenaje que tuvo lugar en Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias (IFISE), al que asistió nuestra alcaldesa Yolanda Sanz Rojas, como muestra de apoyo a la agrupación de Protección Civil de El Molar.
Así pues, se da cumplimiento a lo dictado por el Consejo de Gobierno celebrado el 31 de marzo del año pasado, en el que se otorgó esta distinción con carácter honorífico al Cuerpo de Protección Civil de la Comunidad. A juicio de López, “un reconocimiento obligado que se hace extensible a todos y a cada uno de los ellos, que conforman una enorme red con la que el pueblo de Madrid siempre se siente en deuda”.
Hay 2.763 miembros registrados en 98 agrupaciones locales en nuestra Comunidad. Su misión principal es cooperar con los servicios de emergencias y Policías Locales. Colaboran en los dispositivos de incendios, incidencias climatológicas, búsqueda de desaparecidos, actuaciones preventivas en fiestas populares y eventos, mantenimiento de planes de autoprotección y cualquier otra actuación donde puedan aportar y mejorar el servicio público que reciben los ciudadanos. “Su apoyo y su presencia, son, en definitiva, esenciales”, ha apuntado López.
La responsabilidad de los voluntarios de Protección Civil durante la crisis sanitaria del COVID-19 se concentró especialmente en el reparto de mascarillas y geles, limpieza y desinfección de lugares públicos y, sobre todo, en ejercer una labor de proximidad con los vecinos, especialmente con la población más vulnerable, como ancianos y enfermos. A la dificultad de estas tareas, se unió la de trabajar en un marco con enormes restricciones de movilidad y de incertidumbre.
Durante aquel periodo, el Centro de Coordinación Municipal (CECOM) coordinó el reparto que realizaron de equipos de protección individual (EPIS) para distintos profesionales, así como de material en las residencias de ancianos y medicamentos desde los hospitales a los domicilios de la Comunidad de Madrid.