Historia y Patrimonio

La Villa de El Molar, ubicada en el kilómetro 42 de la A-I, debe su nombre, bien a su condición entre cerros (muela), bien a su condición de mojón o frontera:
- Frontera geológica: La falla de El Molar, punto geosinclinal que separa la Sierra de Guadarrama de la campiña.
- Frontera cultural y religiosa: Durante la época de Al Ándalus, separó la cristiandad de los musulmanes, por lo que tenemos la red de atalayas.
- Frontera de señoríos: Históricamente separó a El Molar, (tierras del Conde de Peñaflorida), San Agustín del Guadalix, (Conde de Puñonrostro), y Pedrezuela, (Duque Infantado).
- Frontera geopolítica: El Molar perteneció a la mitra toledana mientras que Pedrezuela perteneció a Segovia. Así estamos hasta el s. XIX donde El Molar pasa a pertenecer a Guadalajara, y San Agustín y Pedrezuela pertenecen a Madrid.
La superficie que abarca el término ocupa un total de 51,1 km2, estando situado a 810 m de altitud y habitado por 10.438 habitantes según padrón emitido en febrero de 2025. Está orientada hacia el mediodía desplegando su caserío entre los cerros de la Torreta y de la Atalaya, siendo sus municipios vecinos El Vellón, Talamanca de Jarama, Valdetorres de Jarama, Fuente el Saz, San Agustín del Guadalix y Pedrezuela, además de dar paso a la sierra norte madrileña.
El término municipal participa de sierra, campiña y vega, a la vez que pertenece a la cuenca hidrográfica del Jarama, situándose al oeste de esta vía fluvial.


PATRIMONIO
Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, desde 1981 Monumento Nacional y siendo declarada en 2017, Bien de Interés Cultural por unanimidad de los miembros del Consejo Regional de Patrimonio Histórico. Constituye un ejemplo de arquitectura religiosa madrileña de los siglos XV y XVI en el medio rural. En ella domina la estética gótica, tanto en la concepción espacial y estructural como en las formas, presentando diversas tipologías de bóvedas, columnas, capiteles y portadas características del gótico tardío.
Ermita de San Isidro Se encuentra en el Cerro de la Corneja y fue construida en 1896 por el arquitecto Joaquín Kremel, que pasaba largas temporadas en el balneario de la Fuente del Toro. La vizcondesa Ramona Goicochea sufragó las 60.000 pts. Que costó levantar la iglesia, para facilitar los cultos religiosos de los visitantes del balneario.
Ermita de la Soledad Esta pequeña ermita, de origen gótico, es la más antigua de nuestro municipio. Se localiza en la entrada del cementerio, al suroeste del pueblo y al final de la Calle la Fuente (la cual parte de la Plaza Mayor). Presenta una planta cuadrada y en su interior se encuentra algunas de las tumbas más antiguas del cementerio y la imagen de la Virgen de la Soledad.
Ermita de Ntra. Sra. del Remolino Situada en la vega del río Jarama a unos 7Km al S.E. Lugar donde dice la leyenda la Virgen se apareció a un grupo de pastores. De estilo neo-mudéjar, construida en ladrillo y cajas de mampostería le da un aspecto muy similar al de la ermita de San Isidro. En su interior guarda la imagen de la Virgen del Remolino, Patrona y Alcaldesa perpetua de El Molar.
Atalaya de El Molar situada a unos 881 metros de altura junto al vértice geodésico ubicado en las cercanías de la fuente del Junco, perteneciendo así al sistema defensivo de los pasos naturales entre Somosierra y Guadarrama. Usada por los musulmanes en la época de Al Ándalus para controlar las vías de comunicación.
Fuente del Toro manantial que tenía su origen en la parte alta de un cerro próximo a la población. Las primeras noticias documentadas sobre las propiedades curativas de la conocida como fuente del Toro datan de 1677. A la fuente del Toro acudían reyes, aristócratas, políticos, financieros, literatos y gentes del pueblo llano para curar afecciones de la piel y del aparato respiratorio. No será hasta 1846 cuando se empiece a construir el balneario, hoy en día sin actividad.



Bodegas y Cuevas de El Molar En los cerros que rodea al pueblo existe todavía en la actualidad una red de pasadizos subterráneos donde se elabora y se conserva el vino de El Molar. Las bodegas y cuevas de El Molar poseen un valor especial al ser una de las escasas representaciones que existen en la comunidad madrileña. Se cree que las cuevas más antiguas fueron construidas en tiempo de los árabes que excavaron tres de los cuatro cerros que rodean el pueblo (La Torreta, Majarromero y El Cabezo).
En la zona de Bodegas de La torreta se ha venido desarrollando durante años una gran oferta hostelera con una oferta gastronómica en la que destacan las carnes a la brasa y los vinos naturales producidos en el municipio.
Pinar de la Corneja Este parque inaugurado en 1949, situado en el cerro de la Corneja, supone uno de los primeros esfuerzos de repoblación forestal en el municipio. Durante los años 70, se ubicó en este espacio natural la piscina municipal. En su cumbre se sitúa la Ermita de San Isidro, desde donde se puede observar unas magníficas vistas de Madrid.
Falla de El Molar Constituye uno de los puntos clásicos en la geología de la Comunidad de Madrid, ampliamente conocido y visitado. Su visibilidad está asociada a las obras realizadas para la construcción de la A-1, muy próximas al núcleo urbano de El Molar.
Considerada como deformación alpina, de dirección N130E aproximadamente y buzamiento de unos 50-60º hacia el SO, sin estrías ni otros criterios de desplazamiento relativo visibles, que se desarrolla en unas capas de dolomías tableadas del Cretácico Superior. En ella se observa un afloramiento de materiales cretácicos discordantes sobre las rocas graníticas y metamórficas del zócalo, a los que se superponen materiales miocenos, igualmente discordantes.